Fragmento

Desde la década de 1980 y hasta el presente, la sociedad ha observado cada vez con mayor evidencia la variabilidad en la forma en que se presentan las enfermedades ya conocidas y controladas o tratadas eficazmente. Con el fin de describir tal variabilidad se han enunciado los términos enfermedades reemergentes y enfermedades emergentes. En el primero se reconoce el incremento en la incidencia o gravedad de una enfermedad, tal como sucedió con el cólera en los países latinoamericanos y con el sarampión en EE.UU. en 1994, en tanto que el segundo se aplica a aquellas enfermedades cuya etiología ya se conocía pero que sólo ahora adquieren carácter epidémico, mayor gravedad y presencia en regiones en las que no existían; la fiebre del dengue, la enfermedad por el virus Chikungunya y el Zika son ejemplo de ello. El concepto de enfermedades nuevas se reserva para aquéllas en las que es reciente el conocimiento acerca del agente etiológico, la gravedad y la extensión, como sucedió con el VIH/SIDA en 1984. Hoy Chiapas es el Estado mexicano con el mayor número de casos confirmados de infección por el virus Zika (Tabla 1), la infección emergente más reciente que afecta a una extensa área de Latinoamérica; el objetivo de los servicios de atención médica se centra en esas tres fiebres virales transmitidas por un mismo vector, el artrópodo Aedes aegypti; en el caso específico de Zika, su presencia incrementa la atención materna por una (presunta) malformación del sistema nervioso central en el feto, además de los servicios médicos especializados para la atención del probable incremento de pacientes con síndromes neurológicos (Guillain-Barré).

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2016-07-05   |   434 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 9 Núm.1. Enero-Marzo 2016 Pags. 5-6 Evid Med Invest Salud 2016; 9(1)