Autor: Tena Tamayo Carlos
Dos cualidades que con frecuencia se utilizan, en el momento de elaborar la misión de los servicios de atención médica, son «calidad» y «calidez». La primera ha sido definida con amplitud, no obstante, en ocasiones su definición aún es motivo de debate, pero podría decirse que hay un consenso general en su significado y en la forma en que se mide y asegura. No se puede decir lo mismo para entender lo que quiere decir «calidez». Se la asocia al trato humanitario, y en efecto, tiene mucho que ver, sin embargo, no hay suficiente claridad cuando se trata de proponer acciones concretas para hacerla evidente. Decimos que el médico debe tratar enfermos, no enfermedades, pero también es correcto afirmar que debe atender padecimientos, lo que significa preocuparse por todo aquello que el enfermo padece. Y precisamente, porque padece es un paciente o «padeciente» (del latín padecere), es decir, una persona que sufre los síntomas desagradables generados por la enfermedad, y además puede padecer angustia, preocupación, miedo, desesperanza o incertidumbre. En ocasiones el enfermo está más preocupado por los que están a su alrededor o los pendientes y problemas que dejó en casa o en el trabajo, que por él mismo.
2016-09-06 | 544 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 9 Núm.2. Abril-Junio 2016 Pags. 57-58 Evid Med Invest Salud 2016; 9(2)