Autor: Guerra Silla M.G.
La identidad del hombre como persona humana se conserva inalterada a lo largo de toda su vida, sin importar su fase de desarrollo físico o mental. El hombre, debido a su racionalidad, es capaz de concebir ideas abstractas, y puede materializarlas a través de su corporeidad. Estas ideas pueden ser el amor y la solidaridad, necesarias en la práctica médica, en la relación con seres de otras especies y en general, con su entorno. Pero también existen ideas equivocadas, que llevadas a la acción, pueden afectar, negativamente a terceros. El concepto de solidaridad emana del principio de que el hombre es social por naturaleza y que su dimensión espiritual parte de esta relación. La conducta en la investigación científica se fundamenta en los marcos ético, jurídico y metodológico racionales. Existen cuerpos colegiados que rigen los protocolos de investigación bajo principios éticos. Se citan algunos: El Comité de Ética en Investigación con Seres Humanos del Código Ético para el Personal Académico del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Autónoma de México, el cual se basa en guías internacionales como la Declaración de Helsinki, así como en documentos mexicanos como la Comisión Nacional de Bioética y la Comisión Nacional de Arbitraje Médico. La intención de la ética de la investigación es inducir a la ciencia a trabajar creativa y respetuosamente sobre aspectos que al hombre preocupan, involucrando tanto al investigador como al sujeto participante, como colaboradores solidarios que buscan contribuir al bien común. Los resultados pueden proporcionar bases para una mejor organización sanitaria y asistencial.
Palabras clave: Racionalidad solidaridad bioética bien común dimensión espiritual.
2016-12-19 | 377 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.1. Enero-Junio 2015 Pags. 12-16 J Lat Am Geriatric Med 2015; 1(1)