Autores: Salazar Martínez Luis Lorenzo, Gutiérrez Aguilar Pedro, Ramos Castro Rafael, Saiz Calderón Gómez Manuel, Martínez Flores Belén de Jesús, Torres Gutiérrez Mishel Yamilet
Introducción
La autoestima es definida como la percepción de forma íntima e individual que se tiene sobre las cualidades de uno mismo y que permite elaborar el propio autoconcepto(1,2,3). Esta autoestima puede estar influida desde un punto negativo o positivo y dependiendo de ello se puede ser capaz de desarrollar una adecuada seguridad y optimismo en la vida (1,3). Una adecuada autoestima lleva a distinguir las críticas que buscan perjudicar la integridad de las personas, ya que una crítica destructiva puede dañar la propia autoimagen( 4). Por lo tanto, la autoestima sirve como un indicador del equilibrio de un individuo en su entorno social y personal (2). La autoimagen se fomenta desde la infancia a través de la educación que se recibe en el hogar y de las instituciones educativas (1). A lo largo del crecimiento la autoestima puede crecer o decrecer debido a las vivencias que se tengan, ya que una experiencia negativa y el miedo pueden contribuir a una disminución de la misma mientras que las buenas experiencias y el afecto ayudan a aumentarla (2). Una persona con baja autoestima siente mucha frustración y angustia por la baja capacidad emocional que tiene para defender sus opiniones, sentimientos e intereses por lo tanto el individuo llega a tener una mala opinión de sí misma. En comparación con las personas de autoestima positiva, los individuos con autoconcepto negativo tienen muchas dificultades para conseguir el éxito en sus metas (5). La baja autoestima puede ocasionar desarrollo profesional y personal inferior, lo que genera menos productividad laboral en la sociedad; también origina trastornos emocionales y relaciones interpersonales poco saludables. Podemos describir el rendimiento escolar como un nivel de conocimientos en cierto tema, el cual se determina por diversos procesos de evaluación, los cuales son creados para mejorar la calidad de la educación y poder determinar el nivel de aprendizaje obtenido de forma individual de cada uno de los estudiantes6. Para determinar el rendimiento es preciso contemplar las características académicas de cada uno de los estudiantes, como lo son, experiencias previas, el esfuerzo que ha puesto en el área, la capacidad de cada uno, nivel académico, que tan dispuesto está a aprender y mejorar. Otras variables que debemos tomar en cuenta son las personales como la motivación del estudiante, personalidad, que tan apto es para trabajar en conjunto con los compañeros, nivel socioeconómico, capacidad para la retención de información, así como, las expectativas que se tienen hacia el estudiante, no solo de parte de los padres, sino también, por parte del profesor hacia el estudiante (7,8). El fracaso académico es otro concepto que debemos tener en cuenta, ya que este representa un nivel deficiente en el dominio de un tema y como resultado da un bajo rendimiento, por lo que puede representar un obstáculo para el alumno, aumentando su nivel de estrés, Ya que el fracaso se llega a interpretar como una deficiencia en el rendimiento académico, suele originar que el estudiante se vea en la necesidad de repetir materias, deserte de la carrera o bien, sea expulsado de la institución a la que pertenezca por la cantidad de materias atrasadas o no aprobadas, conduciendo a la presencia de sentimientos de insatisfacción personal por la incapacidad de concluir sus estudios, lo cual puede conllevar a una baja autoestima y depresión (9). Una autoestima baja está relacionada a dificultad en el aprendizaje, fracasos escolares y deserción escolar (10). Por lo anteriormente mencionado es importante que el personal educativo ponga interés en proponer soluciones para mejorar el bienestar emocional de los estudiantes con el fin de incentivar el aprendizaje en los alumnos y obtener mejores resultados académicos (11,12). En el área de salud, en especial la medicina, se necesita tener un adecuado bienestar desde el aspecto físico hasta el mental puesto que los individuos de esta carrera se forman con el objetivo de brindar un servicio a la comunidad. Algunas de las características fundamentales en esta licenciatura son la seguridad y confianza en sí mismo para tomar decisiones adecuadas, algo muy importante en el ámbito de la salud; por esta razón es fundamental que se apoye el desarrollo de la autoestima en los estudiantes para evitar en la medida de lo posible la depresión, ansiedad, angustia y adicciones; de lo contrario los alumnos no podrán sostener la carga académica y profesional, lo que provocará que los obstáculos que se presenten en el camino médico no puedan vencerse (13). A lo largo del tiempo se han diseñado diversos instrumentos con el fin de cuantificar la autoestima, desde diferentes áreas, entre estos, destaca la escala de Rosenberg para Autoestima, la cual fue creada en 1965 por el doctor Morris Rosenberg, presentó esta escala por medio de su publicación del libro “Society and the adolescent´s self-image”14. La autoestima, para Rosenberg, se basa en la percepción que el sujeto tiene sobre sí mismo y la ideología sociocultural que lo rodea, entre mayor relación exista entre estos dos aspectos, la autoestima del sujeto sería más alta, por el contrario, entre menor relación exista, la autoestima sería percibida de forma negativa (14). El instrumento de Rosenberg ha sido ampliamente utilizado debido a la facilidad con la que puede ser aplicado y los índices de fiabilidad que posee.
Material y Métodos
Se realizó un estudio observacional, prospectivo, transversal y analítico en estudiantes que se encuentran cursando actualmente los semestres tercero, quinto, séptimo y noveno de la Licenciatura de Médico Cirujano perteneciente a la Facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana, Región Veracruz. Se conformó el tamaño de la muestra utilizando el tipo de muestreo aleatorio estratificado. La muestra total se calculó mediante la fórmula para estudios transversales de población finita n= N*Z1-β2*p*q/ d2*(N-1)+Z1-β2*p*q. Posteriormente para determinar fracción de muestreo se utilizó la fórmula de Kish ∫=n/N, finalmente el resultado de esta fórmula fue multiplicado por el número de población de cada estrato. Tomando en cuenta que la población total es de 547, se obtuvo un tamaño de muestra total de 226, cuyo factor constante obtenido mediante la fórmula de Kish es de 0.4131, por lo que cada estrato se conformó por una muestra de: 60 de tercero, 57 de quinto, 52 de séptimo y 57 de noveno semestre. La aplicación del cuestionario consistió en identificar los grupos a evaluar, hablar con los catedráticos para obtener la accesibilidad a estos grupos y posteriormente se expuso al grupo la finalidad del cuestionario. Se revisaron las encuestas y fueron evaluadas y clasificadas conforme los alumnos las contestaron. Conforme se recabaron los cues tionarios, las dos investigadoras comenzaron a capturar los datos en el programa IBM SPSS versión prueba. No se eliminó ningún cuestionario ya que estaban debidamente llenados. Al terminar la base de datos las dos investigadoras iniciaron el proceso de análisis estadístico, en donde también se desarrollaron tablas y gráficas de algunas variables. Los resultados obtenidos se organizaron, analizaron e interpretaron para que finalmente la discusión y conclusión fueran escritas. Para analizar variables sociodemográficas se utilizó estadística descriptiva: Medidas de tendencia central y de dispersión; promedio, moda, mediana, desviación estándar y porcentaje. Para establecer la correlación entre la autoestima y el rendimiento académico se usó la medida de Spearman.
Resultados
Se cumplió con la cantidad de muestra por semestre dando un tamaño total de muestra de n=226. En la Gráfica 1 se puede observar que el semestre con mayor número de participantes fue tercero y el de menor presencia fue séptimo semestre. La edad presentó un promedio de 21± 1.7. En relación con el sexo, se encontró ligera predominancia con los hombres con un 50.9% de los participantes restantes que las mujeres, gráfica 2. La mayoría de la población se dedica únicamente a estudiar y fue predominantemente soltera. Se encontró que el 52% de la población es de origen local, mientras que el 48% es foráneo. El nivel de autoestima alta predomino en toda la población en un 71%, seguido del nivel bajo 15%, mientras que el nivel medio fue el menor con 14%. Respecto al rendimiento académico la población presentó nivel bueno con 56%, seguido de excelente 37%, siendo el nivel regular y bajo con 6% y 0.9% respectivamente. Todos los semestres tienen un rendimiento bueno en general; el rendimiento de nivel excelente se observó predominante en quinto semestre, el nivel bueno en noveno semestre, nivel regular predomino en tercero y el nivel bajo fue el nivel que menos se obtuvo en la población. Los estudiantes locales presentaron mayor porcentaje de autoestima elevada y autoestima baja con 38% y 8% respectivamente. En la autoestima media preponderaron los foráneos con un porcentaje de 8%. La autoestima elevada fue predominante en los hombres, en tanto que las mujeres tuvieron predominio en la autoestima media y baja, véase tabla 1. Comparando la autoestima con el rendimiento académico se observó que la población con autoestima elevada generalmente obtuvo un desempeño bueno, sin embargo, en el otro extremo la categoría de autoestima baja, que tuvo pocos alumnos en comparación con la autoestima elevada, también resultó tener rendimiento bueno en su mayoría. Por otro lado, podemos observar que los estudiantes durante la carrera van atravesando diferentes niveles de autoestima ya que en tercer semestre muestran un nivel de autoestima alta, sin embargo, durante quinto semestre el nivel se vuelve bajo, subiendo durante séptimo y regresan a un nivel alto durante noveno, veáse aquí tabla 2 y 3, y 4 en página siguiente. En relación con la prueba de Spearman se encontró un valor de 0.074. Lo cual es relación no representativa, sin significancia (p= 0.271), gr. (Gráfica 3)
Discusión
Con base en los resultados obtenidos en esta investigación, se descarta la hipótesis propuesta ya que se demostró en la población estudiada, el rendimiento académico de los estudiantes no depende de la autoestima que estos posean. En comparación con los resultados obtenidos en un estudio realizado en la universidad de Guilan con una población mayor (569) (5) y en un estudio de correlación entre autoestima y desempeño académico realizado en Poza Rica con estudiantes de enfermería (16), la correlación del autoestima con el rendimiento académico fue favorable y se logró mostrar relación entre estas variables, creemos las diferencias entre ambos resultados es debido a la diferencia del tamaño de población y que se utilizó diferente escala para medir el nivel de autoestima en los estudiantes. En una investigación sobre relación entre autoestima y estresores percibidos en estudiantes universitarios, de igual forma se demostró que la autoestima es una variable que, si bien, protege al alumno de estrés causado por diversos aspectos no académicos, esta no amortigua de forma eficaz el estrés escolar del estudiante, ya que es un agente que no se puede modificar debido a que no se tiene control sobre él (1). Evaluando otros aspectos de la investigación podemos observar que el nivel de rendimiento académico es mayor a comparación del obtenido en otros estudios, por ejemplo, en una investigación que comparó el nivel de rendimiento de los alumnos de modalidad presencial y a los alumnos de modalidad virtual, se obtuvo que la mayoría de la población, tanto presencial como virtual, muestran un rendimiento bajo, mientras que en este estudio fueron pocos los alumnos con un nivel bajo (17). Debido a las diferencias de las poblaciones entre los estudios, se sugiere que se amplie el tamaño de la población para tratar de que sea lo más certero posible y abarcar a todos los semestres para observar adecuadamente el comportamiento de los estudiantes conforme avanzan en la carrera.
Conclusiones
La participación de los hombres en este estudio fue ligeramente mayor a la de las mujeres. De igual forma, los estudiantes locales tuvieron ligero predomino sobre los foráneos. Se observó que la minoría de los estudiantes participaban en el campo laboral siendo común que los alumnos sólo se dedicaran al estudio. El nivel de autoestima predominante en la población encuestada fue el elevado; por otro lado, el rendimiento académico fue bueno de manera general y siendo los de noveno semestre los que mayor presentaron este nivel, mientras que la población con menor grado de autoestima fueron los de quinto semestre. La autoestima baja se presentó con mayor frecuencia en las mujeres, mientras que en la elevada fueron los hombres lo que infiere que hay una relación de importancia entre el sexo y la autoestima. Al analizar los resultados podemos observar, el comportamiento dinámico de la autoestima, ya que al iniciar la carrera los estudiantes cuentan con un nivel adecuado, mientras que en el siguiente año se ven afectados por el aumento de carga y exigencia académica por lo que su autopercepción se ve disminuida, sin embargo, conforme van avanzando y adaptándose al entorno universitario su confianza empieza a aumentar gradualmente, por esto es que al llegar a noveno semestre la mayoría cuenta con un nivel de autoestima alto. Después de la investigación realizada se puede concluir que no existe una relación significativa directa entre la autoestima y el rendimiento académico, al no encontrarse pruebas de importancia que expresen tanto una relación positiva como negativa entre ambas. Se sugiere la realización de estudios posteriores de continuación en los que se amplíe la población muestra, se investigue la relación de la baja autoestima con el sexo femenino, se realice un seguimiento de los casos de autoestima baja presentes en la facultad y/o realice un trabajo de intervención para resolver el problema.
Palabras clave: Autoestima rendimiento académico Escala de Rosemberg Estudiantes de medicina
2021-09-02 | 1,686 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 15 Núm.1. Enero-Junio 2020 Pags. 54-59 Rev Invest Cien Sal 2020; 15(1)