Autores: Méndez León E, Salazar Quiñones I, Castro Albarrán J
La leche materna es un fluido biológico complejo, se va adaptando a los requerimientos nutricionales e inmunológicos del lactante conforme su crecimiento y desarrollo, este alimento único contiene una diversidad significativa de microorganismos que integran la microbiota de la leche humana compuesta por un conjunto de bacterias que cumplen funciones fisiológicas, metabólicas e inmunológicas importantes; estos organismos son transferidos de las comunidades microbianas maternas al recién nacido a través de múltiples mecanismos, incluyendo la colonización antes del nacimiento, durante el parto con la microbiota vaginal y fecal de la madre, la piel en el contacto de la cavidad oral del lactante a la glándula mamaria durante la lactancia, así como por la ruta enteromamaria, donde las bacterias del intestino materno colonizan la glándula mamaria. Entre las especies de bacterias de la leche materna, que comúnmente se aíslan se encuentran: Lactobacillos, bifidobacterias, estreptococos, enterococos, leuconostoc y estafilococos. La alteración de la microbiota intestinal en el recién nacido, tanto en niños a término como en prematuros se relaciona con enfermedades proinflamatorias como son enterocolitis necrosante, broncodisplasia, leucomalacia ventricular y un mayor riesgo de sepsis nosocomial. La alimentación con leche materna tiene un gran impacto en la salud pública, las niñas y los niños que son alimentados al seno materno tienen menor riesgo de mortalidad en el primer año de vida, favorece el desarrollo cognitivo y previene enfermedades crónico-degenerativas en el futuro.
Palabras clave: Microbiota leche maternal ruta enteromamaria.
2022-09-05 | 195 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 9 Núm.1. Julio 2022 Pags. 61-65 Rev Sal Jal 2022; 9(Esp)