Adherencia a la dieta mediterránea, parámetros antropométricos y rendimiento físico en alumnos pertenecientes a la Facultad de Nutrición de la Universidad Veracruzana campus Veracruz

Adherence to the Mediterranean Diet, Anthropometric Parameters and Physical Performance in Students Belonging to the Nutrition Faculty of the Universidad Veracruzana campus Veracruz 

Autores: Hernández Ureña Carolina , Hernández Ramón Christian David, Levet Rivera Lorena, Valera Cruz Silvia del Carmen , González Ortega Luis Alberto

Completo

Introducción

En la actualidad, el estado de salud y la calidad de vida de los mexicanos y mexicanas, se ve amenazado por el sobrepeso y la obesidad. Estos padecimientos hacen referencia a una acumulación anormal o excesiva de grasa en el cuerpo, la cual puede ser perjudicial para la salud y precursora del desarrollo de diversas enfermedades crónicas. En el 2022, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) reportó, mediante la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), un crecimiento sostenido de sobrepeso y obesidad en todos los grupos poblacionales (1). En este reporte de datos, se observan indicadores alarmantes para el sector salud de nuestro país y de gran importancia para el desarrollo de este trabajo de investigación. En el año 2022 se obtuvieron los siguientes indicadores, un aumento general en la prevalencia de obesidad de 21.4%, una prevalencia de sobrepeso en niños de 5 a 11 años de 37%, una prevalencia de 41.1% de sobrepeso en adolescentes de 12 a 19 años, una prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población mayor de 20 años de 73.5%, siendo esta mayor en la población femenina (76.8%) comparada con la masculina (73.5), y, por último, una prevalencia del 85% de sobrepeso y obesidad en la población adulta de 40 a 60 años. (1) Mediante diversos estudios, se ha demostrado que el mejorar nuestros hábitos de alimentación tiene un impacto positivo en nuestro estado físico y psicológico, siendo un factor de gran importancia para lograr un estado nutricio óptimo, prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas y detener el avance de dichas enfermedades en caso de ya padecerlas, al igual que responder más rápidamente a sus tratamientos. (2) La dieta mediterránea es originaria de las ciudades que se encuentran en la costa del mar mediterráneo, algunas como Grecia e Italia. Consta en aumentar el consumo de carnes blancas y disminuir casi en su totalidad las rojas, de igual forma, este estilo de alimentación tiene como base, el consumo de alimentos, como cereales integrales, frutas, verduras, frutos secos, semillas y legumbres, hierbas aromáticas y condimentos (3). Al ser una dieta rica en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, al igual que en omega-3 y vitaminas, la dieta mediterránea, asegura al consumidor el moderar o reducir los niveles de colesterol en sangre, mejorar el funcionamiento del sistema cardiovascular e inmune, evitar o reducir cualquier tipo de inflamación, prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas, mejorar la función endotelial y disminuir la concentración de triglicéridos (4) Por último, el conocer y analizar la condición física en la que se encuentran los individuos, permite tener un panorama más amplio en lo que concierne a su estado nutricio y de salud. Para esto existen un gran número de pruebas, entre las que destaca, por su practicidad y corto tiempo de ejecución, el test de salto vertical Counter-movement Jump (CMJ) (5).

Materiales y métodos

Se llevaron a cabo 3 pruebas, las cuales se aplicaron a una población de 71 estudiantes de sexo indistinto y con una edad de 20-23 años. Las pruebas realizadas fueron las siguientes.

Obtención de valores antropométricos

Se llevó a cabo la evaluación de valores antropométricos a una población de 71 estudiantes de sexo indistinto, con una edad de 20 a 23 años. Se obtuvo la talla de los individuos y el peso. Posteriormente con los valores obtenidos se obtuvo el IMC de cada uno de ellos con la siguiente formula, peso en kg / estatura en metros al cuadrado, y se clasificaron en tres poblaciones, normopeso, sobrepeso y obesidad.

Rendimiento físico a través del Test de salto vertical-Counter-movement Jump (CMJ)

Para llevar a cabo esta prueba se utilizó la aplicación “My jump 2”, la cual desde el año 2015 ha sido validada por diversos expertos, los cuales han declarado que es totalmente confiable para la obtención de los valores deseados. Esta aplicación permite calcular el salto vertical por medio del tiempo de vuelo. Se lleva a cabo la grabación del salto 3 veces, para posteriormente seleccionar, en los mismos videos, los momentos de despegue y aterrizaje, y con esto conocer el tiempo de vuelo. Para finalizar, se lleva a cabo la siguiente operación para la obtención de la altura del salto, donde “h” es la altura en metros y “t” es el tiempo de vuelo en segundos: h = (t2) (1.22625) Esta aplicación también brinda los valores correspondientes a fuerza y potencia del salto.

Aplicación del cuestionario KidMed para la medición de adherencia a la dieta mediterránea

KidMed es un cuestionario que evalúa la adhesión a la dieta mediterránea. Fue publicado en Public Health Nutrition en el 2004, y desde esa fecha se considera una herramienta con alto índice de confiabilidad. Consta de 16 preguntas dicotómicas, las cuales se contestan con “si” o “no”. Estas preguntas cubren diferentes aspectos relativos al tipo de alimentación, calidad alimentaria y hábitos alimenticios que tenga la persona. Posterior a su aplicación, se llevó a cabo la contabilización de aciertos. En este cuestionario se obtiene el resultado final contabilizando los “si”, con un valor de +1 y los “no”, con un valor de -1. Por último, se clasificó a los individuos según los parámetros impuestos por el test, en población con dieta óptima (puntuación >8) población con necesidad de ajuste en la dieta (puntuación de 4 - 7) y población con muy baja calidad de dieta (puntuación <3).

Resultados

La muestra estudiada mostró una muy baja adherencia a la dieta mediterránea. De la población total únicamente el 2.9% (2 estudiantes) mostró una adherencia óptima a la dieta, el 22.5% (16 estudiantes) mostró una necesidad de ajuste a la dieta, y el 74.6% (53 estudiantes) mostró una calidad de dieta baja (gráfica 1). Al mismo tiempo se encontraron correlaciones negativas entre dicha adherencia y el índice de masa corporal. Con base en el promedio de los resultados antropométricos obtenidos y en las adherencias correspondientes a las tres poblaciones, se desarrolló el tabla 1 en el que se comprueba la hipótesis de que, mientras mayor sea la adherencia a la dieta mediterránea, menor será el IMC. Se observa que la población con una adherencia alta a la dieta cuenta con un IMC dentro de los rangos de normopeso, la población con una adherencia con necesidad de ajuste se encuentra dentro de los rangos de normopeso, pero a diferencia de la población con dieta óptima, esta población cuenta con un IMC promedio de 23.29, valor que se encuentra en el límite del parámetro establecido, con un riesgo de desarrollar sobrepeso. En la población con una baja calidad de dieta, se obtuvo un IMC promedio de 25.82, el cual se encuentra dentro de los parámetros correspondientes a sobrepeso. En cuanto al rendimiento físico, se comprobó que la población con menor IMC (población normopeso), obtuvo mayores resultados en indicadores de tiempo de vuelo (380.29ms) y altura de salto (27.095cm), superando a la población que presentó sobrepeso (374.84ms;18cm) y obesidad (372.92ms;18cm). Por otro lado, la población que presentó obesidad presentó una gran ventaja en indicadores de potencia (2564.58W) y fuerza (2661.45N), superando significativamente a las poblaciones con sobrepeso (1648.15W;1712.12N) y normopeso (1441.99W;1531.45N) (gráfica 2). Por último, se comprobó la correlación de las variables de altura de salto y adherencia a la dieta mediterránea. Mientras mayor sea la adherencia a la dieta, mayor será la altura de salto en la prueba CMJ (tabla 2). Los resultados mostraron que los jóvenes que tienen mayor adherencia a la dieta mediterránea cuentan con un IMC menor dentro de los parámetros de normopeso, a diferencia de los que tienen sobrepeso u obesidad. Al mismo tiempo, esta población, obtuvo mejores resultados que los que presentan sobrepeso u obesidad, en los parámetros de tiempo de salto y altura de salto. Sin embargo, la población con obesidad presentó mejores resultados en fuerza y potencia (principalmente en la población masculina). Investigadores han llegado a la conclusión de que esto puede deberse a una mayor masa magra y a un mayor peso corporal total (6). En el 2019, se llevó a cabo un trabajo de investigación en colaboración con la Universidad de Málaga, la Universidad de Granada y la Universidad Internacional de La Rioja, en el cual se tuvo como principal objetivo el descubrir el efecto del sobrepeso y la obesidad en 423 niños escolares de once años de edad, en pruebas de valoración de fuerza, tanto de las extremidades inferiores, como de velocidad. Para la obtención de parámetros se utilizó la prueba de salto vertical, y con base a los resultados obtenidos, llegaron a la conclusión de que los niños de once años con sobrepeso y obesidad muestran una mayor fuerza que los que se encuentran dentro de los parámetros de normopeso. De igual forma, se llega a la conclusión de que los niños y niñas que se encontraban en normopeso, presentaron mejores puntuaciones en las pruebas de condición física en general, entre ellos se encuentran los indicadores de altura de salto y tiempo de vuelo (7). Existen diferentes factores que exponen a la comunidad universitaria a una alimentación de muy baja calidad, entre estos factores se pueden encontrar, alto nivel de estrés y ansiedad, baja capacidad económica para adquirir alimentos de calidad, poco tiempo para llevar a cabo la preparación de alimentos en casa, exposición a puestos de comida rápida con pocas opciones de alimentos saludables, y, por último, a una desinformación alimentaria de gran preocupación para todo el país (8). La dieta mediterránea, al adaptarse a los alimentos con alta presencia de nuestro país y con precios accesibles, ha demostrado ser una gran alternativa para obtener un estado de salud óptimo. Esta adaptación consta en intercambiar el salmón, como primera opción, por pollo, aunque a diferencia del salmón, no cuenta con un alto porcentaje de Omega-3. También se implementa el consumo de frutas y verduras de temporada, las cuales tienen un menor costo y son bastante abundantes en los mercados de todo nuestro país, con lo cual, también se apoya consumiendo a comerciantes y productores locales (9).

Conclusiones

Se confirma que en los estudiantes de nutrición de la Universidad Veracruzana campus Veracruz, existe una baja calidad de la dieta, con un consumo excesivo de alimentos procesados, los cuales son altos en azúcares e hidratos de carbono, y un escaso o nulo consumo de frutas, verduras y carnes blancas. Igualmente se confirma que la comunidad universitaria cuenta con hábitos de alimentación poco saludables, entre los que resaltan el omitir los desayunos y el alto consumo de productos de bollería y golosinas. Se observó un aumento significativo de IMC, a medida que se disminuye la adherencia a la dieta, y una disminución en caso de cumplir con los principios de esta. Esto confirma que, mientras más se adhiera uno a este estilo de alimentación, su IMC se mantendrá dentro de los parámetros de una persona saludable. Por último, se encontró una correlación significativa, entre el IMC y el rendimiento físico en la población masculina, en la cual se puede observar que mientras menor sea el IMC, mayor será el tiempo de vuelo y la altura de salto, indicadores que fueron obtenidos mediante la prueba de salto vertical CMJ.

Palabras clave: Adherencia a dieta Rendimiento físico y alimentación Consumo de frutas y verduras en universitarios.

2024-06-10   |   192 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 19 Núm.1. Abril 2024 Pags. 73-77 Rev Invest Cien Sal 2024; 19(Supl. 1)