Autores: Bodero Petit Roberto, D’Pascuale Julio
En el presente trabajo descriptivo se presenta la experiencia con 24 pacientes en el manejo de las heridas exudativas e infectadas utilizando apósitos de alginato de calcio vs. cura convencional. Esta experiencia se llevó a cabo entre los meses de enero de 1996 a junio de 1997 y constituye un estudio de casos en los que se compara los resultados de las heridas tratadas con alginato de calcio y aquéllas tratadas con gasa, yodo povidona y otros antisépticos. Los alginatos de calcio son sustancias que al absorber grandes cantidades de exudado producido por las bacterias en las heridas, proporcionan un ambiente óptimo que favorece la cicatrización y la reepitelización. Por sus propiedades físico-químicas, los apósitos de alginato de calcio al contacto con el fluido de las heridas se transforman en una suave fibra de gelatina que permite realizar cambios de los apósitos con un mínimo o ningún daño al tejido de granulación. Este estudio constituye la primera experiencia clínica realizada en Venezuela en el área de traumatología. Como sabemos, el tejido blando sufre cambios a nivel de piel y tejido celular subcutáneo, fascia, músculo y tendón, después de un traumatismo; por este motivo, nos proponemos cambiar el curso del cuidado de las heridas iniciando el tratamiento con métodos alternativos más eficaces. Se realizaron curas con alginato de calcio y solución fisiológica en 18 casos. De pendiendo de la cantidad de exudado, se realizaban las cu ras cada 2, 3 o 5 días. En los restantes 6 casos, se realizaron curas convencionales con yodo povidona, otras soluciones antisépticas y gasa. En los casos tratados con apósitos de al ginato de calcio, se observó una reducción significativa de estancia hospitalaria (32.25 días), en comparación con los casos tratados con gasa y yodo povidona (81.25 días).
Palabras clave: Alginato de calcio cicatrización cuidados de heridas.
2003-04-05 | 228,893 visitas | 10 valoraciones
Vol. 13 Núm.5. Septiembre-Octubre 1999 Pags. 462-469. Rev Mex Ortop Traum 1999; 13(5)