Cinco años ya de conflicto: iniciado como puramente político (puesto que se desafiaba al Gobierno Federal y al ejército y se llama movimiento de liberación nacional), fue convertido pronto en problema de campesinos, de distribución de la tierra, de grandes masas de pobres y ahora de legislación para los pueblos indígenas. Los políticos centran su discurso en el reconocimiento de la pluralidad cultural y étnica, en respetar las costumbres y tradiciones organizativas, sociales, y religiosas de las etnias y en concederles autonomía para algunos aspectos de gobierno y actividad diaria. Además, se complacen en hallar culpables de la situación de pobreza y atraso –que a todos nos conmueve–, y piensan que basta con decretar nuevas leyes para que esa situación desaparezca y los indígenas recuperen dignidad, autosuficiencia y bienestar; ya no culpan a España, la colonia o religión sino tan solo al caciquismo y la voracidad de los políticos (que bastante deben), pero olvidan un factor etiológico principalísimo que es la explosión demográfica.
Palabras clave: .
2003-09-10 | 3,612 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 41 Núm.5. Septiembre-Octubre 1998 Pags. 213-214. Rev Fac Med UNAM 1998; 41(5)