A principios del mes de febrero del 2003 comenzó a surgir la alarma por la aparición de un brote de un proceso infeccioso respiratorio que en algunos casos evolucionaba a insuficiencia respiratoria, como consecuencia de lo que se catalogó, en un principio, como “neumonía atípica” en la región de Asia, principalmente en China, Hong Kong, Singapur y Vietnam, producida por un germen desconocido hasta ese momento y que se relacionaba con un elevado riesgo de trasmisión, lo que motivó la rápida intervención de la Organización Mundial de la Salud, misma que coordinó una investigación científica sin precedentes con el propósito de identificar las características de la enfermedad, esfuerzos a los que se unieron el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Atlanta (CDC) y, obviamente, los Departamentos de Salud de los países involucrados. La enfermedad fue denominada síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), para distinguirla de los cuadros de neumonía denominada atípica, para no generar confusión con el padecimiento conocido en la literatura médica con este último nombre, en el que la causa se adjudicaba a diversos gérmenes como Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia pneumoniae, citomegalovirus, adenovirus, virus sincitial respiratorio, entre los más frecuentes.
2004-01-13 | 1,340 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 19 Núm.2. Marzo-Abril 2003 Pags. 61-62. Med Int Mex 2003; 19(2)