Fragmento

El contacto diario con niños otorga una sensibilidad especial a las personas, pero los sentimientos que inspiran los niños con Síndrome de Down son algo más que especial. Y es que es una mezcla de dulzura, cariño, alegría, inocencia, pero también, pena; porque suponemos lo difícil y dura que debe ser la vida para ellos y para sus familias en una sociedad donde la falta de oportunidades para los niños especiales son evidentes. El mejor modo de acercarnos más a su mundo, de conocer un poco de su vida diaria, fue conversando con las personas que más los quieren: sus madres.

Palabras clave: Trisomía 21 síndrome down.

2004-01-22   |   1,114 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 4 Núm.2. Octubre-Marzo 2002 Pags. 66. Paediatrica 2002; 4(2)