Autores: Rodríguez Silva Héctor, Roca Campañá Víctor
El proceso del diagnóstico de un síndrome febril prolongado, más conocido como fiebre de origen desconocido (FOD) y cuyos criterios fueron establecidos en 1961 por Peterdorf y Beesson,1 constituye uno de los problemas más complejos y difíciles a los que se enfrenta el clínico en su práctica diaria. No se trata en su mayoría de enfermedades exóticas o raras, sino de enfermedades comunes y frecuentes que por determinadas condiciones no conocidas se expresan en forma predominante como una fiebre prolongada. Cada día se reportan nuevas enfermedades con este síndrome y lograr el diagnóstico causal se convierte en un gran dilema e incertidumbre para el médico y motivo de preocupación y ansiedad para el paciente y sus familiares. Los algoritmos reportados abundan en la literatura, pero muchos de ellos están cargados de múltiples investigaciones complementarias, en su mayoría innecesarias y que sólo ocasionan más molestias y riesgos para el paciente y aumentan los costos.2-6 Después de haber tratado más de 150 casos en los últimos 8 años nos propusimos elaborar un algoritmo que sirva de guía diagnóstica en tan complejo problema. Resulta imposible poder abarcar en un algoritmo todas aquellas enfermedades capaces de manifestarse por una FOD. No obstante, con el que proponemos y que ya hemos sometido a la práctica se puede llegar al diagnóstico etiológico en un aproximado de 80 a 90% de los casos.
Palabras clave: Fiebre de origen desconocido/diagnóstico algoritmos.
2004-03-05 | 4,803 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 42 Núm.4. Julio-Agosto 2003 Pags. . Rev Cubana Med 2003; 42(4)