Autores: Mandujano Valdés Mario Antonio, Sánchez Pérez María del Carmen, Romero Esquiliano Gabriela, Rivera González Rolando, Muñoz-Ledo Rábago Patricia
A la fecha no se cuenta con una explicación satisfactoria de los procesos que conducen a la estructuración de secuelas a partir del daño neurológico. En este trabajo se presentan elementos para definir el daño agudo y caracterizar las secuelas neurológicas de origen perinatal. Se postula que la estructuración de las secuelas obedece a leyes generales del desarrollo que operan a partir de las condiciones residuales a la morbilidad y de acuerdo con este perfil anatomofuncional sigue vías estables, llamadas creodas, que culminan en los cuadros sindromáticos conocidos de daño motor e intelectual. Las secuelas severas de parálisis cerebral y retardo mental tienen desde su inicio manifestaciones motrices y conductuales específicas, con alteraciones de los reflejos, de la postura, de la movilidad espontánea y de la conducta de interacción. El retardo mental está precedido por ciertas características conductuales de los periodos reflejo y sensorimotriz, sin alteración motora específica. De la misma manera las secuelas motoras, sin daño intelectual se manifestan tempranamente por patrones motores alternativos, pero con interacciones adecuadas con los objetos y las personas. Estos procesos se pueden explicar con la teoría de Piaget, que considera el papel general de la asimilación y la acomodación, con un equilibrio entre ambas que conduce a la adaptación. Por estos mecanismos y en virtud de las leyes del desarrollo, a partir de estos perfiles es posible derivar las necesidades de intervención y diseñar los programas específicos que persiguen como objetivo la limitación o aun la prevención de la estructuración de las secuelas.
Palabras clave: Secuelas neurológicas.
2002-12-13 | 2,683 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 2 Núm.2. Enero-Diciembre 1996 Pags. 109-132. Tem Selec Invest Clín 1996; II(2)