Autor: Lastra Escudero Lucio G.
En las últimas décadas, Tabasco ha tenido importantes logros en salud, como son la disminución de la mortalidad general y el abatimiento de algunas enfermedades infecto-contagiosas; sin embargo, quedan aún por resolver demandas de salud en grupos marginados. Se puede destacar que en la última década la expectativa de vida de la población al nacer ha aumentado de 64 años en 1980 a 70.5 años en 1990; han disminuido en un 74% los casos de diarrea, la cual fue por mucho tiempo la principal causa de morbilidad; la tasa de crecimiento natural de la población también disminuyó de 4% en 1980 a 3.5% en 1990. La Organización Mundial de la Salud y los países que la integran adquirieron el compromiso de alcanzar Salud para todos en el año 2000, a partir de la estrategia de atención primaria para la salud. Este concepto se refiere a la atención de la salud puesta al alcance de todos los individuos, familias y comunidades por medios que les sean aceptables, con su plena participación y a un costo accesible tanto para la población como para el país. En los últimos 20 años se han presentado en Tabasco desastres naturales que han afectado a la salud de la población, como la erupción del volcán Chichonal en 1982, o los fenómenos hidrometeorológicos que en diversas ocasiones han causado el desbordamiento de los ríos; así como los recientes huracanes Opal y Roxanne en octubre de 1995, los cuales han contribuido de alguna forma a que se consolide el Consejo Estatal de Protección Civil, en el cual la Secretaría de Salud participa activamente. Con los huracanes Opal y Roxanne, la capacidad de organización y coordinación de la Dirección de Protección Civil se puso a prueba ante la urgencia de atender a la población afectada. La participación activa de todo el Sector Salud en el auxilio de las familias tabasqueñas se canalizó a través de 2,658 brigadas médicas, las cuales otorgaron, atención integral a los damnificados en 342 albergues, impartiendo un total de 73,146 consultas. Indudablemente, las cifras anteriores no reflejan la ardua labor de la ciudadanía solidaria durante esta contingencia. Sin esta espontánea ayuda, la posibilidad de epidemias hubiese complicado el panorama de la salud pública en el estado, elevando los casos de diarreas, neumonías y otras enfermedades transmisibles características de situaciones de emergencia por desastres de esta naturaleza.
2004-07-28 | 1,086 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.4. Octubre-Diciembre 1995 Pags. 93 Salud Tab 1995; 1(4)