Autor: Gálvez Flórez Juan Francisco
Al Servicio de Urgencias del Hospital San Ignacio llega una paciente de 61 años, casada, oriunda y procedente de Bogotá, bachiller, con estudios incompletos de bellas artes, remitida por un psiquiatra tratante en otra institución. Vive con su esposo hace 18 años, relación de la cual no existen hijos. Practica la religión católica, actualmente se dedica a los oficios de su casa y su pasatiempo es pintar. Durante la entrevista clínica la mujer refiere un cuadro de aproximadamente cinco días de evolución, consistente en la aparición de ‘larvas’ múltiples en su casa sobre una manta nueva comprada en almacén de alfombras la semana anterior. Es enfática en resaltar que éstas fueron arrojadas por los niños que viven en el edificio aledaño, quienes los molestan constantemente, pero que esta vez se «pasaron de la raya». A raíz de la cantidad de ‘larvas’ en la manta decide fumigar la casa y encuentra sorprendentemente que las «larvas hacían ‘combustión’ con el insecticida, que se multiplican por miles y que infestan la manta y posteriormente todo su hogar. Ante la persistencia del problema, acude a empresa especializada, que realiza una extensa fumigación, la cual según la paciente y su esposo fue infructífera.
2004-09-01 | 1,580 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 32 Núm.2. Abril-Junio 2003 Pags. 169-174 Rev Col Psiqui 2003; XXXII(2)