Hace unos días leí la Oración del Médico, publicada con obvios fines políticos, pero en fin, que tiene una vasta razón de ser en estos dedicados momentos del quehacer médico nacional. A Dios gracias, el conflicto en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) ha sido superado (al menos sintomáticamente) pero las consideraciones que deben emanar de un fenómeno de tan lamentable trascendencia no debemos dejarlas pasar ya que no somos inmunes a caer en los mismos errores, algo que parecería ser endémico a lo largo de la reciente historia del país: huelgas ocurridas bajo los más variados pretextos, que van desde lo más creativo y meramente politiquero, hasta situaciones -como en las décadas de una represión institucionalizada, con un contexto sociopolítico más delicado- donde era un poco más espinoso emitir un juicio.
2004-09-01 | 1,248 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.3. Septiembre-Diciembre 2003 Pags. 12 Rev Sig Vit 2003; 1(3)