Autor: Ramiro Hernández Manuel
Los médicos escribimos poco, nos cuesta mucho trabajo, estamos poco educados para ello. El psiquiatra Carlos Castilla del Pino es una notable excepción, Casa del olivo es la segunda parte de sus memorias, la primera la editó también Tusquets en 1997 y se llama Pretérito imperfecto. Ha publicado muchas obras, unas ligadas con su trabajo profesional, como Un estudio sobre la depresión, Psicoanálisis y marxismo, Introducción a la psiquiatría, Estudios de psicopatología sexual, Teoría de la alucinación y Cuarenta años de psiquiatría; otras son de ficción, como El discurso de Onofre, Una alacena tapiada; y otras de ensayo, como Teoría de los sentimientos, El odio. A través de sus publicaciones en revistas periódicas nos podemos percatar de su capacidad de cambio ante el conocimiento de los problemas psiquiátricos y de la flexibilidad intelectual, propia de los inteligentes, que le permitió estar activo como médico muchos años en un centro de atención muy diverso y, por lo que nos relata, de alta demanda. No debe ser fácil escribir una autobiografía, se requiere un orden para guardar en la memoria y en el archivo documentos y recuerdos, una gran confianza en sí mismo para valorar la importancia de lo que se escribe y gran capacidad para escribir. Las tres características las tiene Castilla del Pino, los dos libros de sus memorias ocupan más de mil páginas que se leen fácilmente, nos muestra documentos muy importantes y nos relata hechos de manera detallada. Además, tiene la fortuna y la desgracia de haber sido testigo y víctima de un largo y oscuro periodo de la historia española.
2005-04-06 | 1,251 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 21 Núm.1. Enero-Febrero 2005 Pags. 90 Med Int Mex 2005; 21(1)