Fragmento

Desde que se desarrolló por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asamblea Mundial de la Salud de Alma Atá en 1978 en la antigua URSS, se sentaron las bases para el desarrollo de la Atención Primaria de Salud y se propusieron como es sabido las metas mundiales Salud Para Todos en el Año 2000, que debían ser cumplidas por todos los países miembros de las Naciones Unidas (ONU), y como sabemos fueron muy pocas las naciones que pudieron satisfacer estos postulados para sus poblaciones. En esa Asamblea también se propuso la individualización de la atención a los ancianos como integrantes de cualquier sociedad. En 1982 se celebró en Viena, Austria la Asamblea Mundial del Envejecimiento que normó muchas de las políticas de salud sobre el manejo integral de los adultos mayores y estableció los 60 años como límite inferior para la senectud. Se propuso también que todo lo que se deba hacer con y para un senil debe ser realizado en el seno de su comunidad sin desestimar otras opciones válidas, según las necesidades de la persona. En nuestro país las acciones que se ejecutaban con los adultos mayores estaban contenidas en el Programa de Atención a la Familia, programa que tuvo su máximo esplendor con el médico y la enfermera de la familia a partir del año 1984, año que también marca el inicio de la especialidad de Geriatría y Gerontología en Cuba, es precisamente a partir de esta fecha que comienzan a diferenciarse las acciones con los ancianos tanto las de índole médico como social, y ejemplo próximo de ello fue el Programa del adulto mayor en el Hogar de Ancianos (1985).

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2005-07-04   |   2,463 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 6 Núm.3. Julio-Septiembre 2002 Pags. Corr Med Cient Holg 2002; 6(3)