Autor: Fernández Concepción Otman
La importancia clínica de los ataques isquémicos transitorios (AIT) radica en que en muchos pacientes constituye la primera manifestación de una enfermedad cerebrovascular. Por eso, la identificación, evaluación etiológica y el tratamiento adecuado de estos pacientes puede prevenir la ocurrencia de un ictus y sus consecuencias humanas y sociales. Según estudios, entre 10 y 17% de los pacientes que sufren un AIT tendrán un infarto cerebral dentro de los siguientes 90 días (tres meses), en tanto entre 8 y 12% lo sufrirán dentro de los próximos 30 días (un mes). Estos estudios sobre riesgo temprano demuestran que la ventana de tiempo para prevenir un ictus en individuos que sufrieron un AIT es muy corta, y constituyen un elemento que apoya el concepto de una actuación rápida en la definición de su etiología y la imposición del tratamiento más adecuado según las recomendaciones actuales. Por otro lado, existen reportes en la literatura relativos a estudios con modelos animales que han demostrado que periodos breves de isquemia cerebral global o focal pueden tener un efecto protector contra futuros episodios de isquemia cerebral permanente; esta protección es un fenómeno transitorio y depende del número de AIT; los mecanismos que explican esta tolerancia a la isquemia parecen estar relacionados con cambios en la fisiología y la bioquímica neuronal.
Palabras clave: Ataques isquémicos transitorios cerebrovascular infarto cerebral ictus isquemia cerebral.
2006-04-24 | 2,658 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 7 Núm.2. Marzo-Abril 2006 Pags. 142-146 Rev Mex Neuroci 2006; 7(2)