La maternidad sin riesgo sitúa a la mortalidad maternoperinatal en el contexto de los derechos humanos e insta a los gobiernos a que utilicen sus sistemas políticos y sanitarios para cumplir con estos indicadores. El perfeccionamiento de la asistencia durante el embarazo y momento del parto se desarrolla en nuestro país desde el 1961, mediante el Programa Nacional de Atención Maternoinfantil. Diferentes protocolos de trabajo han venido introduciéndose para garantizar una maternidad segura; y es así como el uso del misoprostol en obstetricia ha alcanzado una serie de aplicaciones en el campo de esta especialidad y un notable desarrollo en la última década. El misoprostol (Cytotec, Searle) es un análogo de la prostaglandina, que se ha comercializado para prevenir y tratar la úlcera péptica, pero también para ser utilizado por personas que requieren antiinflamatorios no esteroideos. Es de bajo costo, se conserva con facilidad a temperatura ambiente y provoca pocos efectos secundarios. Se absorbe con rapidez por vía oral, vaginal o rectal. Este medicamento fue registrado por vez primera en 1985 y aprobado su uso por la FDA. Según estudios recientes, el misoprostol puede usarse sin riesgos en pacientes con enfermedades subyacentes como asma bronquial y trastornos cardiovasculares, lo cual no es así con otras prostaglandinas. Consiste en un éter metilado de la prostaglandina E1 en el carbono 16 (C 16), teniendo en cuenta que la mayor parte de la degradación de las prostaglandinas se produce por la 15 hidroxilprostaglandina deshidrogenada sobre el grupo hidroxilo. Los procesos de metilación de las prostaglandinas permiten bloquear la acción de esta enzima degradadora y obtener compuestos estables y más duraderos.
2006-05-18 | 1,348 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 9 Núm.2. Abril-Junio 2005 Pags. Medisan 2005; 9(2)