Hace muchos años que se sabe que aspirar el humo del tabaco, lo que se llama “ser fumador pasivo” constituye un riesgo importante de padecer enfermedades cardíacas. La Asociación Americana de Cardiología (American Heart Association) estimó en 1992 que el incremento de riesgo de padecer una enfermedad coronaria fatal por la exposición a respirar humo de cigarrilos era de alrededor del 30%, y posiblemente era aún mayor si la exposición se verificaba en los lugares de trabajo, donde estar rodeado de fumadores es habitual. Un nuevo estudio publicado recientemente por en una prestigiosa revista científica (JAMA de julio de 2001) indica que las personas no fumadoras cuando son fumadores pasivos (o sea que están expuestas a respirar humo de cigarrillos) sufren efectos nocivos inmediatos que dañan las arterias del corazón. La importancia de este estudio radica en que: 1) se pudo observar que no son necesarias largas exposiciones del individuo al humo, es suficiente estar 30 minutos en un ambiente viciado con humo de tabaco para sufrir las consecuencias y 2) que las alteraciones en la circulación del corazón son inmediatas. Los hallazgos también agregan evidencias que sugieren que todos deberían ser protegidos aún de cortas exposiciones a las toxinas a que se exponen cuando se fuma pasivamente en los lugares de trabajo, restaurantes, bares e inclusive en los propios hogares. “No solo todos respirarán mejor, también tendrán corazones mas saludables”. fuente: www.respuestamedica.com/noticias. php?id=217
2006-07-11 | 1,365 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.9. Mayo-Agosto 2005 Pags. 37 Bol Med UAS 2005; 1(8-9)