Autor: Mireles Lenia
Los llamados biomateriales, son aquellos destinados a implantarse en un organismo para reemplazar y restaurar tejidos vivos y sus funciones. Por razones históricas, la delantera en la investigación sobre estos materiales la llevan países que participan frecuentemente en conflictos bélicos y por ello se ven en la necesidad de buscar tratamientos para sus soldados. Esa línea de investigación no existía en México, pero en 1991 la doctora Cristina Piña formó en el Instituto de Materiales de la Universidad Nacional Autónoma de México un grupo de investigación sobre biomateriales. Tras quince años de arduo trabajo, uno de los resultados más notables es el Nukbone, un material para implantes óseos de hidroxiapatita (un compuesto cristalino de fosfato de calcio), cuya propiedad es que una vez implantado es colonizado por las células óseas regenerando el hueso e incorporándose del todo al organismo gracias a su biocompatibilidad. Esta opción terapeutica es utilizada en los casos en que la cantidad de tejido faltante es tal, que el hueso no puede regenerarse por si sólo. Así la medicina lo emplea, por ejemplo, en implantes de la columna vertebral o en cavidades dejadas por la extracción de tumores en huesos largos, así como en fracturas y en pacientes de pie plano o que requieren procesos de corrección de cadera. En odontología se utiliza en el levantamiento de seno facial o aumento de huesos mandibulares y en oftafmología, para la sustitución del globo ocular. Para probar el Nukbone, se llevó a cabo una colaboración conjunta entre los Institutos Nacional de Rehabilitación y el de Materiales de la UNAM a la fecha han realizado poco más de 60 implantes, de los cuales sólo se registró un caso de rechazo. Además de cumplir con todas las propiedades requeridas, el Nukbone ofrece importantes ventajas sobre los materiales de importación similares, pues estos únicamente se venden con formas y tamaños estándar que no necesariamente son óptimos para pacientes mexicanos. Mientras que el desarrollo universitario ofrece la posibilidad de fabricarse de acuerdo a los requerimientos específicos de forma y dimensiones solicitados por el médico. Además, su costo resulta significativamente menor, llegando a ser hasta siete veces inferior al precio del mercado internacional.
2006-08-24 | 3,482 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 2 Núm.12. Febrero-Abril 2006 Pags. 61 Bol Med UAS 2006; 2(12)