Autor: Groves Bretta
Se han diseñado muchas técnicas y métodos para identificar la presencia de conductos laterales y accesorios, y sin duda, la disección es una buena manera de estudiar la anatomía topográfica de la cavidad endodóncica, mejor que en la anatomía general, porque en situación clínica: a) el operador no puede ver en la boca más que el principio de la cavidad; el resto sólo puede apreciarlo por exploración táctil; b) la imagen radiográfica intrabucal y ortorradial es siempre deficiente, pues de sus tres dimensiones apenas nos ofrece la visión incompleta de dos: la vertical (V) y la mesiodistal (M-D), mientras que la vestibulolingual (V-L), en una radiografía ortorradial no se logra, por lo que los conductos son poco conocidos en este aspecto. Sin embargo, afirman Pucci y Reig, es en este plano V-L donde los conductos suelen presentar el mayor número de variantes. Los principales factores relacionados con el desarrollo de una afección pulpar y perirradicular son la pérdida de la integridad de la sustancia dental coronal y la penetración de microorganismos en la dentina y el espacio pulpar. El primer propósito de todo tratamiento de conducto radicular es la eliminación quimiomecánica de los microorganismos, su sustrato y sus productos de la dentina y del espacio pulpar; el segundo, es la obliteración y sellado tridimensional de este espacio para prevenir una nueva contaminación bacteriana.
Palabras clave: Conductos laterales técnicas disección cavidad endodóncica.
2006-09-19 | 3,119 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 3 Núm.25. Agosto 2006 Pags. 8-9 Odont Moder 2006; 3(25)