Autores: Fornaris Frías María Felícita, Castillo Peralta Magalys, Rodríguez Morales Alfredo, Arias Arañó Zulema, Acosta Pérez Yamilé
Los niños, adolescentes y jóvenes de hoy, matriculados en nuestras escuelas, representan la quinta parte de la población del país y constituirán la fuerza emprendedora y productiva con la cual podrán garantizarse las transformaciones de la nueva sociedad. De las actividades de promoción sanitaria y prevención de enfermedades que desarrollemos con ellos, dependerán en gran medida los niveles de salud y la calidad de vida de la futura población adulta. Es por esa razón que el principal objetivo de la estomatología cubana actual, se basa en introducir métodos más modernos para precaver, diagnosticar y tratar afecciones bucales, a fin de brindar mejores y más calificados servicios odontológicos a menores de 19 años. Las caries dentales comienzan a aparecer muy tempranamente en la vida, con independencia de color de la piel, sexo y ubicación geográfica. El número de dientes afectados aumenta con la edad y se estima que más de 60% de los pequeños de 6 años han tenido o tienen caries; porcentaje que va incrementándose progresivamente, como bien se ha demostrado en estudios de autores españoles venezolanos y de otras latitudes. La educación sobre salud dental debe dirigirse con mayor frecuencia a los escolares de primaria y secundaria básica, los cuales suelen ser el “blanco favorito” de estas lesiones. El reforzamiento regular de esos aspectos educativos resulta muy importante y se obtienen grandes beneficios cuando se incluye sistemáticamente a los padres en la aplicación de las orientaciones sanitarias. El flúor, en sus diferentes presentaciones, deviene un factor determinante para evitar las caries dentales, pues fortalece la resistencia del esmalte en los dientes recién erupcionados. Los enjuagatorios bucales con solución fluorada, unido al uso de laca flúor, son las medidas profilácticas más utilizadas en la atención estomatológica a este grupo poblacional. La calidad puede definirse como la satisfacción de las necesidades razonables de los usuarios, con procedimientos técnicamente óptimos. En los servicios de salud se contemplan 2 tipos de calidad: técnica y sentida; la primera es la asistencia con la que se espera proporcionar al cliente el máximo y más completo bienestar y la segunda, dada por la subjetividad de los usuarios, debe ser explicada y expresada por ellos. El motivo fundamental del presente trabajo fue identificar los principales problemas que influyen en la calidad de la atención a niños y adolescentes, con vista a obtener una mayor cantidad de información útil, que permita ejecutar futuras intervenciones y alcanzar la eficacia social como máxima expresión de la eficiencia.
2006-11-07 | 1,759 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 10 Núm.2. Abril-Junio 2006 Pags. Medisan 2006; 10(2)