Autor: Gómez Álvarez María Marta
Bajo el nombre de ciclo celular se conoce el fenómeno por el que una célula bacteriana se divide mediante un proceso asexual denominado fisión binaria o esciparidad. El resultado final es la formación de dos células hijas, cada una con el mismo tipo y cantidad de información genética. Para que esto ocurra es necesaria la replicación del ADN cromosómico, que la pared celular crezca ligeramente y se origine un tabique, el cual más tarde actuará como división entre las dos células formadas. La replicación del ADN bacteriano se produce de manera semiconservativa, con lo cual cada célula hija recibe una molécula de doble cadena, una de la célula originaria y otra fabricada utilizando la anterior como molde; comienza en un sitio fijo del cromosoma denominado origen, lugar donde se sitúa una proteína iniciadora; durante el proceso de replicación, el ADN permanece anclado en algún punto de la membrana citoplásmica o en un mesosoma central. En los bacilos, el crecimiento de la pared se efectúa en múltiples puntos en los que las autolisinas la cortan y se van intercalando nuevas regiones. En dos de las zonas de corte opuestas se producen invaginaciones parietales, a las que sigue la membrana citoplásmica, hasta que terminan por unirse dando origen a dos células hijas. En el proceso intervienen las PBP, como la PBP-1, que alarga la pared, y la PBP-3 que la sintetiza durante la septación. En los cocos, el crecimiento de la pared no es difuso, sino que se produce en dos puntos, las zonas ecuatoriales, lugares en donde se forma un grueso tabique que después se escinde en dos por autolisinas; así se asegura un reparto equitativo de la pared para las células hijas y también de la membrana citoplásmica que siguió, invaginándose, al tabique parietal.
Palabras clave: Ciclo celular.
2006-12-15 | 15,756 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 3 Núm.28. Noviembre 2006 Pags. 4 Odont Moder 2006; 3(28)