Autor: López José A
Cuando Albert Einstein concibió la energía láser en el año 1919, no podía imaginar los múltiples usos que iba a tener en el futuro. Hoy el láser sirve a la industria electroquímica, a las comunicaciones y, no de menos, a la de cirugía, habiendo hecho posible una verdadera revolución dentro de este campo. La palabra es una abreviatura en inglés, ligh amplification by stimulated emision of radiation, es decir, luz amplificada por la emisión estimulada de la radiación. Lo que determina las propiedades del rayo láser y determina su poder enérgico y amplitud de onda, es un cristal, un líquido o un gas que al estar contenido en una cavidad óptica su moléculas son estimuladas por una fuente de electricidad y luego al regresar a su estado basal emite unos fotones, partículas de luz, llamada rayo láser. Este rayo difiere de la luz que todos conocemos; por ejemplo, la emitida por un bombillo es desordenada, en direcciones y colores múltiples; en cambio el láser posee propiedades específicas que son la coherencia, organización y monocromicidad (un solo color). Es el conocimiento de estas características y su interacción con los tejidos lo que ha permitido una aplicación orientada y precisa como herramienta médica.
Palabras clave: Láser aplicación ronquido
2007-04-04 | 1,221 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.3. Diciembre 2001 Pags. 27-30 Arch Med Manizales 2001; 1(3)