Aunque no siempre fue como hoy la concebimos, la epidemiología se ha constituido en una parte importante de las ciencias humanas a través del estudio de la misma humanidad, en sus diferentes formas. Desde sus tibios inicios, junto con la habilidad de registrar los sucesos humanos más comunes, se asomaron las primeras descripciones de los males que aquejaban a las sociedades de ese entonces y de la mano de éstas, sus correspondientes explicaciones consistentes en las creencias de la época. Todo esto atribuido a eventos divinos fuera del control de los hombres, pero incluso en ese entonces aparecían en libros sagrados, como la Biblia o el Talmud, recomendaciones higiénicas básicas para el control de las plagas. Posteriormente, con el advenimiento de las culturas clásicas y el gran aporte de los médicos y filósofos griegos como Hipócrates, se dieron explicaciones más racionales que en su mayoría tenían que ver con el estilo de vida y el ambiente; de hecho se acuñaron términos tan conocidos hoy en día como epidemia y endemia, los cuales hacían referencia a la condición de pertenecer o no a un lugar. A pesar de este auge de las ciencias no se aceptó el concepto de contagio como algo real, dentro de estas escuelas, cosa que no era así entre el resto de la población.
2007-05-04 | 2,129 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 19 Núm.3. Julio-Septiembre 2006 Pags. 155-156 Médicas UIS 2006; 19(3)