Autor: Pérez Cotera Carlos
En el siglo que estamos viviendo asistimos sorprendidos al progreso fantástico inconcebible y constante en todos los campos de la ciencia. Es el fruto de los esfuerzos, e la dedicación, del sacrificio de la intrepidez de los hombres de hogaño, sumando el aprovechamiento de las sabias enseñanzas y observaciones de los hombres de antaño. Nuestra profesión sigue el mismo ritmo acelerado e inusitado en este avance vertiginoso. La evolución en el desarrollo de la medicina es tal magnitud que aún los espíritus más despiertos no alcanzan a actualizar sus conocimientos.
2007-05-09 | 988 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 3 Núm.8. Septiembre-Diciembre 2005 Pags. 361 Rev Sig Vit 2005; 3(8)