Autor: Torres K Antonio
Las bacterias se relacionan con el hombre en forma saprófita, mutual, comensal y patógena. A los tres primeros tipos, no obstante no ser patógenos, se los denomina .patógenas oportunistas' y pueden producir enfermedades infecciosas. La microbiota bucal normal convive con el hospedador persistiendo más o menos tiempo en un determinado hábitat y aporta una serie de beneficios importantes aunque puede convertirse en patógena. Al hablar de los antígenos, éstos se caracterizan por la inmunogenicidad o capacidad de estimular el sistema inmunitario y la antigenicidad o la propiedad de unirse con los elementos que desencadenan como respuesta frente a ellos. Los antígenos bacterianos son constitutivos cuando forman parte de estructuras y son liberados cuando se excretan al exterior. Se clasifican según: 1. Su capacidad de estimular la respuesta inmunitaria. 1.1. Hapteno. Es una molécula, generalmente de bajo peso molecular, capaz de unirse a los anticuerpos pero no de inducir por sí misma su formación, es decir, presenta antigenicidad pero carece de poder inmunógeno. El hapteno puede adquirir este poder inmunógeno cuando se asocia con una molécula llamada portadora (carrier), que será la responsable de que el conjunto determine la respuesta inmunitaria, mientras que el hapteno lo será de la especificidad de los anticuerpos formados. Un buen número de estructuras bacterianas cuenta con dichas características y, en estos casos, el portador sería la propia bacteria como unidad biológica.
2007-06-11 | 6,559 visitas | 5 valoraciones
Vol. 3 Núm.32. Marzo 2007 Pags. 14 Odont Moder 2007; 3(32)