Autor: Ninci de Piris Victoria
Esta enfermedad metabólica se caracteriza por una reducción de la masa ósea y un deterioro de la microestructura del hueso, lo cual provoca un aumento de su fragilidad y mayor tendencia a las fracturas. No se debe olvidar que los huesos constituyen una estructura dinámica sometida en forma permanente a fenómenos de formación (actividad osteoblástica) y resorción (actividad osteoclástica). El equilibrio entre ambos procesos determina la salud ósea que puede ser alterada por diversos factores. La degeneración de la microarquitectura se manifiesta por la presencia de espículas óseas más finas, y en menor número, así como de “puntales” horizontales que no se unen para formar trabéculas, siendo estas alteraciones las responsables de la fragilidad. El problema puede ser localizado (como sucede en la osteoporosis por desuso que aparece en una extremidad inmovilizada durante mucho tiempo), afectar por principio a todo el sistema esquelético (se presenta en seis a siete millones de mexicanos según la SSA) o también puede ser secundaria a un amplio espectro de trastornos. En condiciones normales, la masa ósea aumenta de forma progresiva durante la lactancia y la infancia hasta alcanzar su máximo valor en los primeros años de la vida adulta y viene a ser un factor determinante importante del riesgo posterior de osteoporosis. Depende en gran parte de factores genéticos, pero también son esenciales aquellos relacionados con actividad física, la dieta y factores hormonales.
2007-06-11 | 2,388 visitas | 1 valoraciones
Vol. 3 Núm.35. Junio 2007 Pags. 10-11 Odont Moder 2007; 3(35)