Se sabe que los contactos oclusales con la mandíbula en relación céntrica ocurren durante la deglución del alimento, al momento de conformar el bolo alimenticio y al colocarlo en la posición correcta para su deglución, y de forma ocasional durante la limpieza de la boca y en el sueño sin deglución; mientras que la relación céntrica es usada rara vez durante la masticación y con muy poca frecuencia en la deglución. Se cree que la mandíbula se desliza hacia adelante desde el contacto inicial en relación céntrica y asienta en oclusión céntrica durante la deglución. Las fuerzas aplicadas parecen relacionarse con el tono muscular individual. En cambio, el tono muscular se relaciona con la tensión psíquica (actividad fusimotora) y las interferencias oclusales o contactos prematuros. El empuje posterior de la mandíbula es parte de un patrón reflejo combinado, cíclico, aprendido e incondicionado de deglución que, al inicio está parcialmente bajo control voluntario; sin embargo, cuando el bolo (alimento) alcanza la faringe superior, el resto de la función se basa sobre reflejos primarios no aprendidos.
2007-06-29 | 5,901 visitas | 1 valoraciones
Vol. 3 Núm.34. Mayo 2007 Pags. 14 Odont Moder 2007; 3(34)