Autor: Silva Ayçaguer Luis Carlos
Desde mediados de febrero, se ha producido cierto debate informal en el ámbito de Infomed sobre la pertinencia de colocar encuestas en los portales de la red. Se pretende con esta breve contribución ofrecer algunos elementos que pudieran ser útiles para realizar un intercambio más estructurado al respecto. Se trata de un tema sobre el que personalmente he meditado desde hace mucho y sobre el cual existe alguna literatura susceptible de consulta. Como profesional dedicado durante años a los temas del muestreo y las encuestas, opino que las referencias que suelen realizarse a las encuestas tomadas de Internet, vinculados o no a órganos de prensa, con frecuencia se manejan en forma ingenua e incorrecta. El valor de esos datos es sumamente dudoso, porque estas encuestas se realizan en un marco completamente ajeno al rigor científico. Las razones de mi escepticismo son técnicas. A continuación, las consigno brevemente: • Lo que ocurra en una muestra nunca interesa. Lo que interesa es la población de la que ella pudiera ser una representación. Cuando se usan técnicas de muestreo científicamente estructuradas, se parte de una población y se elige una muestra que la represente. En estas encuestas de Internet, se procede exactamente en forma inversa: se obtiene una muestra (autoconformada por los propios integrantes) y se especula (en el mejor de los casos) sobre la población a la cual ella podría representar. • Aun cuando la especulación a que hago referencia fuera correcta (algo siempre discutible) por lo general terminaríamos “enterándonos” de lo que piensan o hacen aquellos que no nos interesan. Los “votantes” en este tipo de indagaciones son, en principio, aquellos que exhiben ciertos rasgos tales como no estar apremiados con el tiempo de conexión, estar especialmente motivados con el tema de la encuesta o tomarse el trabajo de votar, entre otros . • Las estimaciones, cuando se hacen de manera científica, están afectadas por un margen de error solo calculable si la selección se hizo por un método riguroso, llamado “probabilístico” en el lenguaje técnico de la especialidad. Ello exige el uso del azar en el proceso de selección de quienes integran la muestra (no necesariamente solo del azar, pero si con su participación rigurosamente articulada). Nada de esto está ni puede estar presente en este tipo de encuestas.
2007-10-09 | 1,605 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 16 Núm.1. Julio 2007 Pags. Acimed 2007; 16(1)