El temperamento es una propiedad psicológica que le aporta dinamismo a la actividad del individuo. Su base fisiológica es la actividad nerviosa determinada por el tipo de sistema nervioso, que determina el tipo de temperamento y sus características: sensibilidad, reactividad, actividad, equilibrio entre reactividad y actividad, ritmo, plasticidad o rigidez, introversión o extroversión. Existen cuatro tipos de temperamento fundamentalmente: sanguíneo, colérico, flemático y melancólico. Ellos con frecuencia se hallan combinados. No hay temperamentos buenos ni malos, sólo tienen sus características, que son importantes conocer para saber manejarlas de manera adecuada y favorecer la influencia educativa en la formación de la personalidad sana, que aprenda a establecer sus intereses, aspiraciones y otros tipos de motivaciones dirigidas a actividades adecuadas con su dinámica de la actividad.
Palabras clave: Temperamento niño.
2007-12-07 | 5,655 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 11 Núm.2. Abril-Junio 2007 Pags. Corr Med Cient Holg 2007; 11(2)