Autor: Monreal González Ricardo
Introducción El hombre se ha ocupado de la mano desde la más remota antigüedad. Así, Anaxágoras pensaba que por ella se había convertido en el más inteligente de los seres vivos, al contrario que Aristóteles, según el cual por ser el más inteligente de los seres vivos, por esa razón poseía sus manos. Aún no ha sido esclarecido si la palabra mano se deriva del viejo gótico handus, del danés haand o del alemán hand, por lo que el origen lingüístico es evasivo. Sin embargo, el término anatómico manus evidentemente viene del latín manipulus por lo tanto el hombre es “aquel que tiene manos para manipular”. En este sentido las manos devienen en instrumentos definidos por Aristóteles como “antecedente de todos los instrumentos productivos”, en esencia, “órganos de investigación más bien que de locomoción”. Después del cerebro, la mano es el tesoro más grande del hombre y a ella se debe el desarrollo del trabajo de artesanía. Es a su vez un órgano de expresión y un órgano especial de los sentidos para la estereognosia. Las ideas están ligadas a las sensaciones y acciones del as manos no solo en las actividades fundamentales concernientes a protección, comida, combate y perpetuación, sino en la creación, tal como construir, dibujar, modelar y hasta pensar.
2008-02-08 | 3,884 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 21 Núm.2. Julio-Diciembre 2007 Pags. Rev Cubana Ortop Traumatol 2007; 21(2)