Con gozo y cariño

Autor: Morán Rodolfo

Fragmento

Seguramente que el maistro Ramírez, cuando cuenta la casi trágica historia de este libro, tan esperado por todos sus amigos, sus alumnos y sus compañeros, al llamar a su manuscrito Papasal, no utiliza la palabra en el sentido que le da el diccionario de la Real Academia, en su vigésima segunda edición, que la define como “friolera, bagatela, cosa insustancial o que sirve de entretenimiento” porque es una obra profunda, muy querida, a la que le ha dedicado una buena parte de los últimos 20 años, y por la que ha luchado contra el tiempo, la economía, y hasta uno que otro académico innombrable. Cuando uno lee los dos prólogos con que este libro se inicia y se goza de la pasión que el maistro le ha puesto al escribirlo y el cariño que le ha dedicado en su lucha para que este libro por fin vea la luz y se presente a nuestros ojos como un manjar exquisito, su entusiasmo se contagia y no puede uno menos que leerlo en una sola sentada, gozando cada episodio y hasta caminando al lado de Fray Antonio Alcalde o de don Pablo Gutiérrez, admirando todos los esfuerzos que nuestros próceres de la medicina en Jalisco, hacían cotidianamente para aliviar el dolor de los enfermos con los escasos conocimientos y los todavía más escasos medicamentos verdaderamente eficaces. Ya en el preámbulo, el maistro nos explica las razones de la tardía inauguración del Hospital de Belén casi dos años después de la muerte del Benemérito obispo, por aquello de la sede vacante y la muerte accidental del Sr. Tristán y Esmenota su sucesor por tomarse en cucharadas un emplasto para los pies según el maistro. En San Juan de los Lagos, pero a 18 kilómetros de esa ciudad, hay una ranchería que se llama Agua de Obispo, supuestamente en honor de la inesperada muerte del Sr. Tristán. Y también la misteriosa historia de las Piedras Inaugurales, que marcan el mes de junio de 1792, como la fecha en que el hospital estaba concluido y en el que Fray Antonio Alcalde a 55 días de su muerte hizo la primera “curación”, como el propio Maistro Ramírez, nos lo describe maravillosamente en su libro “Tiempo de Aguas”.

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2008-05-21   |   893 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 7 Núm.3. Diciembre 2005 Pags. 199-202 Inv salud 2005; VII(3)