Autores: Priego Niño A, Cortez Betancurt Roberto, Velarde Carrillo Alberto, Guzmán Hernández F, Díaz García Carlos Manlio, Esqueda Mendoza A, Yaber Gómez Efrén K, et al
Las fístulas vesicales (FV), constituyen un problema emocional y social. Se ha observado a través de la historia el manejo de FV desde los egipcios, describiendo su íntima asociación con el mecanismo de trabajo de parto. Actualmente, su etiología es variable (cirugía de pelvis, radioterapia y tumores). Su principal etiopatogenia es la necrosis del tejido vesical, de sus paredes y base de la vejiga. Secundariamente se han agregado DM II, ateroesclerosis, tumores, fracturas de cadera, cálculos y endometriosis. La causa principal (84%) es necrosis vesical durante el parto, con una incidencia elevada en primigestas (63%), que tienen lesión importante en el piso pélvico. La etiopatogenia se ve causada por isquemia tisular; durante la dilatación prolongada o traumática del cuello vesical contra la sínfisis del pubis, ocasionando sufrimiento isquémico de la pared vesical. Hasta el 10% de las fístulas vesicovaginales (FVV), su origen es por radioterapia utilizada en el tratamiento de carcinoma de cuello uterino. El cuadro clínico se manifiesta por goteo continuo de orina a través de la vagina, asociándose con infección de vías urinarias de repetición, irritación concomitante de vulva, vagina y perineo, dolor abdominal en el flanco del lado afectado. El uso de fenazopiridina es una prueba importante. La urografía excretora, es un estudio de importante ayuda para llegar al diagnóstico, revelando la lesión ureteral, así como cistografía oblicua, TAC, pielografía ascendente. En todos los pacientes es de suma importancia apoyarse en la realización de cistoscopia diagnóstica. Su tratamiento suele ser conservador o quirúrgico; de manera conservadora se instala sonda transuretral, el uso de electrofulguración en el sitio de la fístula más el uso de colágeno, y de manera quirúrgica con el cierre directo de la lesión entre los 3 a 6 meses. Material y método: Se realizó un estudio descriptivo revisando 54 expedientes de enero de 1995 a agosto del 2006, con lesiones vesicales y traumáticas, su manejo quirúrgico así como los datos se registraron en una cédula de recolección de datos. Resultados: En la revisión efectuada se encontraron 54 expedientes con esta patología. Se tuvo una edad promedio de 50.5 años con un rango de edad, entre los 45 y 60 años revelaron 7 pacientes con FVR, con DM II 6 pacientes (11.3%), HAS (8 pacientes 15%), antecedente de CACU (26 mujeres 56%), 26 pacientes con antecedente de radioterapia. Conclusiones: El 70% de las FVV, son de etiología ginecológicas, siendo el piso vesical la lesión vesical más frecuente. El tratamiento con la técnica de SIMS ofrece buenos resultados en la reparación de fístulas.
Palabras clave: Fístula vesicovaginal tomografía axial computarizada fístula vesicorrectal cáncer cervicouterino hipertensión arterial sistémica.
2008-06-25 | 22,248 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 68 Núm.1. Enero-Febrero 2008 Pags. 3-13 Rev Mex Urol 2008; 68(1)