Electrocardiografía vs coronariografía

Autor: Castaño Valencia Oscar

Fragmento

Está muy bien documentado el hecho que durante la última década las patologías cardiovasculares han comenzado a tener una incidencia importante en los países desarrollados, asumiendo las mismas un papel verdaderamente protagónico frente a otras patologías pero lejanamente contundentes en términos de morbimortalidad y costos. La Organización Mundial de la Salud expone datos específicos mediante los cuales desde la iniciación del siglo XXI relacionan cifras cercanas a los 10’000.000 de muertes por tal patología y, en virtud de ello, en este año los países en vía de desarrollo aportan una cuota de un 56% de los casos de muerte de origen cardiovascular. Colombia también hace parte de estos porcentajes tan elevados, tanto que el Departamento Nacional de Estadísticas DANE reportó en el año 2007, 22.399 muertes por enfermedad isquémica cardíaca, porcentaje éste apenas superado por otros, tales como los homicidios causados por las confrontaciones sociopolíticas y los accidentes de tránsito. El acercamiento a la valoración del estado y evolución de esta patología ha sido motivo de preocupación desde la década de los 60, cuando en el Laboratorio de Angiografía de la Cleveland Clinic, el doctor Mason Sones, en medio de sus experimentos, realizó por casualidad la primera coronariografía, sin llegar a sospechar en ese entonces la gran revolución diagnóstica y terapéutica que originaría descubrimiento.

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2008-07-30   |   1,478 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 8 Núm.1. Junio 2008 Pags. 7-8 Arch Med Manizales 2008; 8(1)