Autores: Soto Díaz Mario Adrián, Pérez Quintero Laura Ingrid
Es sabido por todos que la visita al consultorio dental es una situación poco agradable por muchas razones, en su mayoría ajenas a la capacidad del profesional. Los adultos aceptan y toleran las visitas al dentista, pues saben que es la única forma de calmar sus dolencias, recuperar la estética dentofacial y lo más importante, recuperar la función masticatoria. Sin embargo, este panorama cambia radicalmente cuando el paciente es un niño, a quién en la mayoría de los casos, es difícil hacerle comprender que el tratamiento es necesario por su bien. Situación que se complica aun más, cuando llegan a consulta con problemas serios que ameritan mayor intervención, debido a la poca atención de los padres o al desconocimiento de algunas situaciones básicas en el desarrollo dental y a la falta de prevención.
2008-09-25 | 2,001 visitas | 1 valoraciones
Vol. 1 Núm.3. Julio-Septiembre 2008 Pags. 15-16 Rev Sal Quintana Roo 2008; 1(3)