El reciclaje es un mensaje que ha llamado a nuestros hogares, pero desgraciadamente, no siempre es factible, las llantas del automóvil son el ejemplo perfecto. Todo tipo de automóviles, incluso los híbridos necesitan de ellas, y esta historia va a continuar por mucho tiempo, mientras no se invierte un vehículo que no necesite llantas. En todo el mundo, alrededor de mil millones de llantas se venden anualmente, y eventualmente todas son tiradas. Sólo en los Estados Unidos se tiran 300 millones de neumáticos al año. Estos desechos son una enorme fuente de contaminación del medio, contribuyen a la propagación de enfermedades mediante la creación de criaderos de mosquitos y generan enormes incendios. En agosto de 1998 una quema de 7 millones de neumáticos cerca de la ciudad de Tracy en California en el Valle de San Joaquín, envió Hollin y gases nocivos a cientos de metros en el aire. Se sabe que en la República Mexicana se desechan al año aproximadamente 25 millos de llantas, o sea casi 50 llantas de automotores cada minuto, lo cual representa unos 25 millones al año. De esta cantidad, 23% procede del DR y el área metropolitana. Un reporte de la Asociación Nacional de Distribuidores de Llantas establece que, si esta tendencia se mantiene, dentro de una década habrá, al menos, otros 250 millones de neumáticos de desecho; es decir, además de los 200 millones que ya se han acumulado en los últimos 10 años en los cementerios de llantas de la frontera norte y el Valle de México, principalmente. El problema es más que numérico, además de la saturación del paisaje por cerros de llantas se debe agregar el daño ecológico por su quema a la intemperie y el latente riesgo a la salud por la fauna transmisora de enfermedades que se reproduce en esos cementerios.
2008-12-04 | 1,775 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.4. Octubre-Diciembre 2008 Pags. 16-17 Rev Sal Quintana Roo 2008; 1(4)