Autor: De la Mora López Luis Arturo
La incidencia de la hidrocefalia congénita es de 3 casos por 100,000 nacidos vivos y se implantan en los países en desarrollo alrededor de 90,000 válvulas por año. Las válvulas actualmente constituyen una alternativa muy eficaz para el tratamiento de la hidrocefalia, sin embargo se requirieron siglos para que se obtuvieran resultados satisfactorios. Se cree que el término hidrocefalia es de origen griego, pero las primeras referencias proceden del código de Hammurabi y del papiro de Ebers. Probablemente Hipócrates realizo la primera punción ventricular aunque en realidad pudo haber sido subdural. Galeno y Vesalius realizaron las primeras descripciones anatómicas de los ventrículos cerebrales y de la circulación del líquido cefalorraquídeo. Durante la edad media el tratamiento de la hidrocefalia era muy precario y con malos resultados, en el siglo XIX se usaron injertos venosos, tubos de cristal o plata para derivar el liquido de los ventrículos cerebrales a otras cavidades del cuerpo. En las primeras décadas del siglo XX se utilizaron por primera vez los tubos de plástico y en el año de 1955 se introdujo el silastic, que aunado a los progresos médicos en imagen, ingeniería biomédica y fisiología cerebral, iniciaría la era moderna en el tratamiento de la hidrocefalia. Actualmente existen una variedad de marcas, tipos, tamaños y formas, desarrolladas para ser implantadas en seres humanos de acuerdo a la edad, calidad de piel, etiología e inclusive para los que aún no han nacido...
Palabras clave: Hidrocefalia líquido cefalorraquídeo válvulas derivación
2003-01-13 | 15,707 visitas | 4 valoraciones
Vol. 18 Núm.2. Septiembre 2001 Pags. 94-98. Bol Clin Hosp Infant Edo Son 2001; 18(2)