Reflujo gastroesofágico

Autor: Rodríguez Jaramillo Alfonso

Fragmento

Muchos padres suelen alarmarse al observar que su bebé, luego de comer, hace buches, escupe e incluso vomita la leche con ligero olor agrio; esto no significa que el pequeño esté enfermo, sino que tiene reflujo, condición común durante los primeros meses de vida y cuyas consecuencias son mínimas si se dan las atenciones adecuadas. Ignore los rumores sin fundamento. El reflujo gastroesofágico (devolver el alimento contenido en el estómago a través del esófago hacia la boca) en niños menores de un año no es un padecimiento nuevo o “de moda”, tampoco es resultado de infección por microorganismos y menos un problema de gravedad, de modo que aunque no hay que desatenderlo, sin embargo, tampoco debe generar alarma. Contrario a lo que muchos padres consideran, sobre todo cuando son “primerizos”, esta condición es tan común que más de la mitad de los lactantes la presentan y se debe a que el organismo del infante se encuentra en formación. Aunque en casos extremos puede generar consecuencias en la nutrición y salud del sistema digestivo, la mayoría de las veces basta seguir medidas preventivas para contrarrestar posibles efectos negativos.

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2009-04-09   |   917 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 2 Núm.6. Febrero 2009 Pags. 20-22 Rev Sal Quintana Roo 2009; 2(6)