Autor: Medina Alzate Isabel
En 1899 Angle describió tres clasificaciones de la maloclusión; la maloclusión la clase II tiene a su vez dos subdivisiones según sus características dentales. En la clase II división 2 el paciente presenta una tríada de signos: mordida profunda, retroinclinación de los incisivos superiores y relaciones molares clase II (escalones distales en dentición decidua). Cuando las maloclusiones clase II presentan mordidas muy profundas (del 100%) estas abarcan toda la mandíbula y producen un “encajonamiento” de ella, lo cual no permite realizar sus movimientos de lateralidad, sólo se dan movimientos en bisagra. Según Planas, se da un equilibrio oclusal cuando los movimientos de lateralidad son conducidos por los caninos y por las trayectorias adecuadas de la ATM, sin embargo, los movimientos de apertura y cierre no son funcionales. Existe una alternativa de tratamiento temprano para liberar la mandíbula y permitir que exprese su crecimiento adecuado que es la aparatología funcional, la cual si se inicia a edades tempranas permite corregir las desarmonías esqueléticas, dentoalveolares y musculares que existen en el proceso de desarrollo, utilizando la expresión del crecimiento individual para la corrección de la maloclusión existente. El objetivo de este artículo es revisar la etiología, la prevalencia y las características cefalométricas y clínicas así como el tratamiento adecuado para estos pacientes. Se presenta un caso clínico tratado con este tipo de terapia.
Palabras clave: Clase II división 2 mordida profunda aparatología funcional.
2009-05-13 | 6,159 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 18 Núm.1. Enero-Julio 2005 Pags. 41-48. CES Odontología 2005; 18(1)