Autor: Gamba Ayala Gerardo
La revista que tiene el lector en las manos representa el inicio de un anhelo de varias generaciones en relación a la Revista de Investigación Clínica. Se trata de que la Revista pasara de ser el órgano oficial del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, a órgano oficial de los Institutos Nacionales de Salud. Gracias a un acuerdo histórico entre los Directores de los Institutos, en conjunto con el titular de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, hoy hacemos realidad esta posibilidad tantas veces platicada y discutida. El planteamiento de que la Revista debería de ser el órgano oficial de los Institutos Nacionales de Salud encontró sustento en el hecho innegable de que desde hace mucho tiempo la Revista dejó de ser para uso mayoritario de los investigadores del INNSZ, con cada vez mayor colaboración por parte de los Institutos Nacionales de Salud y otras instituciones médicas o de educación del país.1 Por otro lado, al hecho también de que al menos durante la última década el Comité Editorial de la Revista se había hecho cada vez más plural, con participación de múltiples miembros de los Institutos. Debido a que el nombre de la Revista es incluyente a todas las especialidades médicas y a que con este nombre está registrada en todos los índices internacionales relevantes, incluyendo el Journal of Citation Reports, se decidió mantener el nombre de Revista de Investigación Clínica. Para llegar al momento actual, se realizó un cambio fundamental en el Comité Editorial, que se inició con la designación de 12 nuevos Editores Asociados, representantes de cada uno de los Institutos. A este número inicial se agregó un treceavo Editor Asociado para representar al naciente Instituto de Geriatría. El nombramiento del Editor Asociado fue realizado en forma autónoma por cada uno de los Institutos. Este grupo de Editores Asociados inició la nueva era de la Revista en septiembre de 2008, comandados por el Editor en Jefe. Desde esa fecha, todo manuscrito que llega a la Revista es enviado para su manejo al Editor Asociado más apropiado según la especialidad del trabajo recibido. A partir de ese momento, cada Editor Asociado, con el apoyo logístico de la Revista, envía el manuscrito a revisión y lo sigue hasta tomar la decisión final de aceptación o rechazo. El Editor Asociado tiene la autonomía garantizada para decidir el destino final de los manuscritos a su cargo. El compromiso y dedicación que ha mostrado este nuevo grupo de Editores Asociados es notable. Después de casi un año de trabajo se han recibido y procesado cerca de 100 manuscritos. La buena noticia es que el índice de aceptación o rechazo en esta primera centena de manuscritos se ha mantenido en proporciones similares a lo observado en los seis años anteriores, lo que muestra que la seriedad y búsqueda de la excelencia de la Revista se mantiene.
2009-12-04 | 1,161 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 61 Núm.4. Julio-Agosto 2009 Pags. 271 Rev Invest Clin 2009; 61(4)