Autor: Meadley Louis
Bien sabemos que la mandíbula está suspendida de la base del cráneo por ligamentos y músculos. Los movimientos mandibulares comienzan por un punto de referencia inicial para cada cóndilo denominado relación céntrica, en el cual la relación entre mandíbula y maxilar superior, determinada desde el punto de vista clínico, ocurre cuando cóndilo y disco se ubican en su posición más superior en la cavidad maxilar (o glenoidea) y contra la pendiente de la apófisis articular del hueso temporal. La verificación de la relación céntrica se obtiene mediante la carga bilateral de la ATM, con los dientes separados, utilizando la técnica de manipulación bimanual mandibular preconizada por Dawson y otros. Cuando ambos cóndilos se hallan en esta relación, la rotación o acción de bisagra se produce alrededor de un eje definido por los polos internos de cada cóndilo. El término relación céntrica se limita al eje de rotación que pasa por ambos cóndilos mientras se hallan asentados en sus respectivas cavidades glenoideas. La única consideración oclusiva relativa a la relación céntrica se produce cuando la rotación de la mandíbula genera el primer contacto de superficies oclusivas antagonistas. El término posición retrusiva de contacto, se puede emplear para definir esta relación. Si la contracción de los músculos elevadores ocurriera en el punto del primer contacto oclusivo, que desviaría uno o los dos conjuntos cóndilo-disco de su relación asentada, ya no habría relación céntrica. La acción muscular estabiliza el cóndilo contra la apófisis articular o bien orienta su movimiento de rotación o traslación, o ambos, hacia cada hueso temporal respectivo. La posición y movimiento funcional de un cóndilo siempre depende del estado o actividad del otro. Dado que los dientes superiores tienen una relación fija con la base del cráneo, de la misma manera que los dientes inferiores poseen una relación fija con el cóndilo, el contacto de sus respectivas superficies oclusivas puede ejercer influencia directa sobre las posiciones condilares o el movimiento.
2009-12-23 | 4,085 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 6 Núm.62. Septiembre 2009 Pags. 2 Odont Moder 2009; 6(62)