Notas para el doctor Manuel Velasco-Suárez del nuevo Instituto de Neurología y Neurocirugía mexicano

Autor: Penfield W

Fragmento

¿Cómo cicatriza el cerebro después de una incisión a un trauma? ¿Y cómo es que estas lesiones tan frecuentemente conducen a epilepsia focal?. Estas fueron preguntas cuyas respuestas me propuse encontrar cuando, en 1921, llegué como neurocirujano al Hospital Presbiteriano. Un cirujano del cerebro debe contestarse estas preguntas a sí mismo, pensé, ya que no hay nadie que pueda enseñarle. Los métodos de coloración que usé para demostrar la estructura microscópica fueron aquellos que yo había aprendido en Londres. Estos estaban en uso en las clínicas médicas más adelantadas en todo el mundo y; sin embargo, había muchas células en cada sección microscópica que mostraban su presencia sólo por la tinción de su núcleo o el esbozo fantasmal de un cuerpo celular. Estas no eran células nerviosas, no eran las neuronas que lanzan sus corrientes eléctricas en unas y otras direcciones a lo largo de ramas delicadas, como pequeños cables, que conducen el verdadero trabajo del cerebro. Esa red neuronal constituye la maravillosa minicomputadora del hombre; desempeña los asuntos de la mente; no, estas células desteñidas eran diferentes. No eran nerviosas, se decía que nutrían, sostenían a las neuronas pero nadie podía ver lo que decían, no podían decir cómo se comportaban mientras el cerebro se recuperaba de una agresión.

Palabras clave: Neurología neurocirugía.

2002-11-21   |   979 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 6 Núm.3. Julio-Septiembre 2001 Pags. 159-160. Arch Neurocien Mex 2001; 6(3)