Autor: Bila M Alejandro
Ésta debe ser realizada por un médico anestesiólogo varios días antes de la intervención quirúrgica programada y persigue los siguientes objetivos: obtener información detallada sobre los antecedentes del paciente, efectuar una exploración clínica metódica, seleccionar los exámenes complementarios, que no deben ser sistemáticos, sino que debe tener en cuenta la edad del paciente, su estado clínico y la naturaleza de la intervención e informarlo, solucionando así todas sus dudas, particularmente en lo que se refiere a la técnica anestésica. La mayoría de los tratamientos médicos previos del paciente pueden mantenerse sin problema hasta la víspera o incluso pocas horas antes de la intervención. Esto es importante, sobre todo en el caso de los medicamentos cardiovasculares, en tanto que los fármacos que interfieren con la hemostasia (antiagregantes plaquetarios y antivitaminas K) deben interrumpirse o sustituirse por heparina, en función de la indicación y del tipo de intervención. Esta consulta también debe detectar la ansiedad y los temores del paciente, sobre la base de que la ansiedad se calma con la actitud empática del anestesiólogo, una completa información escrita y verbal, referida a la técnica que utilice, sobre todo en caso de anestesia locorregional, a los eventuales incidentes y accidentes, al manejo del dolor posoperatorio y una adecuada medicación presedación. Por último, en esta consulta se le proporcionan al paciente las instrucciones preoperatorias necesarias sobre la toma de medicamentos, el ayuno y las modalidades de la anestesia ambulatoria. La satisfacción del paciente es muy difícil de valorar y depende tanto de la calidad de los actos técnicos como de los factores relativos a la organización y al entorno. Incluir la clasificación del paciente según la American Society of Anesthesiologists (ASA) forma parte de una correcta evaluación del riesgo de sedación, pues la consulta de anestesia es un elemento esencial de la seguridad que proporciona, puesto que los datos obtenidos en ella permiten elegir la técnica y los cuidados perioperatorios más adecuados al estado clínico del paciente y al procedimiento programado.
2010-04-16 | 2,478 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 6 Núm.69. Abril 2010 Pags. 12 Odont Moder 2010; 6(69)