Las infecciones de cabeza y cuello comúnmente se desarrollan de fuentes odontogénicas, éstas tienen una variedad de rutas, por los microorganismos que se introducen sobre los tejidos de la cavidad bucal y los espacios fasciales profundos. Involucran al diente con enfermedad pulpar o periodontal, por trauma posterior a infiltración por inyección o por infección posextracción y pericoronitis del tercer molar incluido, principalmente. Existen factores que se relacionan en su desarrollo natural como son la administración de fármacos o la inmunosupresión del huésped. Dentro de las enfermedades sistémicas más encontradas en este tipo de infecciones se mencionan en la literatura en orden de importancia la diabetes mellitus, hipertensión arterial, artritis reumatoide, VIH y algunas de tipo neoplásico. Cabe mencionar que dentro de las complicaciones encontradas se encuentra la fascitis necrotizante, que se caracteriza por una necrosis extensiva de la fascia superficial del cuello, de evolución rápida y fulminante la cual requiere de una pronta intervención quirúrgica, apoyo ventilatorio y tratamiento antimicrobiano agresivo. Su relación con infección odontogénica, elevada morbimortalidad (60%) y las complicaciones asociadas —fascitis mediastinal, mediastinitos, absceso y enfisema mediastinal e insuficiencia respiratoria—, obligan a drenaje quirúrgico, torácico con toracotomía y hasta traqueostomía y cuidados intensivos y en pacientes inmunosuprimidos es más alta la mortalidad por falla orgánica múltiple.
2010-04-16 | 3,802 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 6 Núm.69. Abril 2010 Pags. 16-17 Odont Moder 2010; 6(69)