Autor: Muñoz Zurita Guillermo
En el pasado era sumamente difícil llegar a la vejez; esa posibilidad se consideraba como un privilegio y hablaba de la fortaleza y del vigor de los que la lograban. La vejez se consideraba como una etapa de la vida rica en experiencia y sabiduría, por lo que se respetaba a los ancianos. En México, la atención del anciano, elemento básico en la cohesión familiar, era un aspecto fundamental de la dinámica familiar, así como de las redes sociales de apoyo, lo cual garantizaba una mejor calidad de vida para los viejos. En la sociedad moderna individualista y competitiva se valora más la juventud y la condición física, lo que; de manera indirecta, debilita las redes sociales de apoyo a los ancianos que, poco a poco, van perdiendo su lugar protagónico en la familia. El viejo se ha convertido en una carga familiar, social y económica, después de haber dedicado los mejores años de su vida más productiva en construir la sociedad que ahora lo rechaza.
2011-01-31 | 654 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.23. Enero 2010 Pags. 3-7 Cientia Evolution 2010; 1(23)