Editorial

Autor: Pino Alfonso Pedro Pablo

Fragmento

Con el desarrollo vertiginoso de nuevos y efectivos antibióticos y su amplio uso, la creación de innumerables vacunas para prevenir las principales enfermedades infecciosas en el niño y la erradicación de algunas enfermedades en el mundo, como la viruela, hace 20 años no era quimérico plantear que la victoria contra las enfermedades infecciosas era cuestión de poco tiempo y para innumerables científicos llegaríamos al siglo XXI con una situación muy favorable en este sentido, sin embargo, la realidad es otra, ya terminamos esa centuria y el panorama epidemiológico mundial es preocupante, caracterizado en el contexto médico por continuar las enfermedades infecciosas como la primera causa de muerte, por el surgimiento de nuevos virus y bacterias con una virulencia y patogenicidad no vistas anteriormente, capaces de producir enfermedades muy graves y de una alta mortalidad y que han sido denominadas como enfermedades emergentes, cuyo máximo exponente es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Si el surgimiento de nuevas entidades infecciosas es preocupante, más aun lo es el resurgimiento de enfermedades conocidas hace muchos años con nuevas formas clínicas, más solapadas, más graves, más difíciles de diagnosticar y tratar, algunas de las cuales habían desaparecido prácticamente o estaban controladas o en vías de desaparición y que son conocidas como enfermedades reemergentes, ejemplo de éstas es la tuberculosis.

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2003-01-25   |   1,217 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 9 Núm.2. Enero-Diciembre 2000 Pags. 12-14 Acta Med 2000; 9(1-2)