Fragmento

Desde hace algunos años las autoridades de salud nos indicaron a los radiólogos la necesidad de incluir en nuestros informes la dosis de radiación administrada al paciente durante la práctica de los exámenes o procedimientos radiológicos, como requisito para la habilitación y certificación de prestadores de servicios de salud (Decreto 1011 del 2006, Resolución 1043 del 2006, Resoluciones 2680 y 3763 del 2007, última versión de julio del 2008, de la Secretaría de Salud de Bogotá). Como una reacción a los nuevos reglamentos “impuestos” por las autoridades, algunos de nosotros protestamos porque esta indicación se convertía en una tarea adicional a las ya asignadas en nuestro trabajo diario y prolongaba nuestro tiempo de lectura. Hoy, sin embargo, considero fue una medida efectiva y fructífera, como lo explico a continuación. Si bien los temas de protección radiológica y la intención de disminuir las dosis de radiación a los pacientes nos preocupaban, en verdad desconocemos las dosis reales de radiación a las cuales se exponen nuestros pacientes en cada uno de nuestros hospitales y centros de práctica cuando les practicamos estudios de imágenes con rayos X.

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2011-09-14   |   1,077 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 22 Núm.2. Junio 2011 Pags. 3148-3149 Rev Colom Radiol 2011; 22(2)