Autores: DeSanVicente Célis Zayrho, Salazar Uribe Juan Carlos, Pineda Tamayo Ricardo, Anaya Juan Manuel
Los gastos en salud y el uso de medicamentos han aumentado de forma importante en los últimos años, lo que alerta a gobiernos y entes sanitarios y puede relacionarse con algunos fenómenos: prescripción médica poco estandarizada, ganancias exageradas de la industria farmacéutica, avances en biotecnología y desperdicio de recursos, falta de comunicación entre gestores públicos y médicos clínicos y ausencia de regulación en precios de fármacos. La importancia de la farmacoeconomía se fundamenta en varios aspectos: optimización de prescripción médica, papel crucial en la comercialización y la distribución de medicamentos, capacidad de mostrar un amplio panorama del impacto social y económico de las enfermedades, como de abrir perspectivas de investigación en varios campos del conocimiento. Dentro de los tipos de estudios farmacoeconómicos se encuentran los que expresan la unidad de ingreso (costos) en términos monetarios y los resultados en unidades monetarias, naturales o de utilidad: reducción de costos (costo minimización), costo beneficio, costo utilidad y costo efectividad, como también los que estudian el panorama global de las enfermedades (análisis costo de la enfermedad). Los costos en salud se distribuyen de la siguiente manera: costos directos (médicos y no médicos), indirectos (impacto en la sociedad como unidad productiva) e intangibles (relacionados con calidad de vida de pacientes y familiares). La farmacoeconomía permite una mejor práctica clínica, sistemas de salud más eficientes y un consumo de recursos más racional. El uso de estos estudios es necesario para estructurar programas de salud y tomar decisiones. Así mismo es recomendada la inclusión de conceptos de economía de la salud en programas de medicina y ciencias de la salud.
Palabras clave: Economía de la salud farmacoeconomía economía farmacéutica.
2011-09-28 | 1,039 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 18 Núm.3. Julio-Septiembre 2011 Pags. 187-202 Rev. Colomb. Reumatol. 2011; 18(3)